Aunque pueda parecer paradójico, la historia de Electrotren empieza mucho antes de la existencia de la propia marca. La prehistoria de Electrotren se localiza en el barrio de Gràcia de Barcelona y tiene mucho que ver con la antigua marca JOSFEL.
Breve historia de JOSFEL
JOSFEL fue una empresa de modelismo ferroviario creada a principios de la década de 1940 en Barcelona. Su nombre es una abreviatura del nombre de su creador, José Feliu. Éste era un antiguo “llauner” del barrio de Gràcia de Barcelona. Los “llauners” (lateros) se dedicaban a la creación de objetos artesanales de latón, entre los cuales juguetes, incluyendo obviamente trenes.
José Feliu realizaba pequeñas series de locomotoras y vagones. Acostumbraba a realizar unos 200 vagones y 50 locomotoras de cada serie. Se trataba de pequeñas series pero de gran calidad, capaces de competir con las grandes marcas europeas el momento.
Josfel vendía estos trenes a personas adineradas que se podían permitir pagar los altos precios que no estaban al alcance de la mayoría de padres de la época. Los trenes se presentaban en lujosas cajas que incorporaban trenes, vías y transformador, para poder jugar desde el primer momento.
A finales de los años 40 en plena posguerra, José Feliu decide abandonar España para instalarse en Sudamérica (probablemente por problemas políticos). No obstante deja al cargo de JOSFEL a Jaime González Forrellac, el cual tenía una larga experiencia como vendedor de trenes eléctricos. Esta experiencia la había adquirido en la popular tienda (en aquel entonces) “El Áncora de Oro” (situada cerca de la iglesia de Santa María del Mar en Barcelona), y que era conocida popularmente como “La casa de los trenes”.
Al cabo de un tiempo Jaime González decide dar el salto y, ayudado por su socio Ignacio Cuatrecases, hacen una oferta a José Feliu para comprar la totalidad de JOSFEL, oferta que es aceptada, pasando a ser González y Cuatrecases los nuevos propietarios.
JOSFEL presenta su primer (y único) vagón en la nueva escala H0. Esta escala por aquel entonces empezaba a hacer una dura competencia a las escalas más grandes que habían reinado hasta el momento.
No obstante, en 1951 el Sr. Cuatrecases a raíz de problemas económicos personales, decide abandonar la sociedad.
Es en ese momento cuando Jaime González Forrellac decide constituir una nueva empresa dedicada a la fabricación de trenes eléctricos. La nueva sociedad se llamará ELECTROTREN.
El primer catálogo de Electrotren
Electrotren abre en 1951 su nueva fábrica en la localidad barcelonesa de Cornellà de Llobregat, concretamente en la Rambla de Anselmo Clavé. Este pequeño local de tan solo 60 m2 era propiedad de un gran aficionado al ferrocarril en miniatura, el Sr. Llorenç Cortada, que cobraba a González un alquiler simbólico.
En ese mismo año 1951 presenta su primer catálogo donde ya se puede disfrutar de una amplia gama de modelos y accesorios. Todo este catálogo contenía exclusivamente modelos a escala 0 (cero).
Este primer catálogo ya contaba con los siguientes modelos:
- 4 locomotoras que representaban dos locomotoras a vapor y dos locomotoras eléctricas.
- 18 vagones de 15 centímetros.
- 12 vagones de 17 centímetros con garita.
- 5 vagones de pasajeros.
- 1 furgón.
- 12 vagones de mercancías de 25 centímetros de cuatro ejes (con bogies).
- 3 vagones de pasajeros de 25 centímetros de cuatro ejes.
- 1 furgón
- Multitud de accesorios como grúas, cargas para los vagones, un andén, señales, farolas, un transformador
- Posibilidad de confeccionar cajas con todos los elementos necesarios para la creación de la maqueta, a gusto del comprador
Como podemos ver se trata de modelos aún bastante rudimentarios pero acordes con la época. Representan una evolución importante desde los modelos artesanales a un catálogo completo de modelos a escala industrial.
Los modelos aún no representan trenes de forma fiel a la realidad pero sí permiten crear diferentes composiciones con gran variedad de material. Electrotren, por lo tanto, se convierte en una marca a medio camino entre los modelistas artesanales y las grandes empresas de modelismo que provenían del centro de Europa.
Igualmente sorprende la variedad de accesorios que estaban disponibles ya desde el momento de la creación de la empresa en 1951. Quizá lo más destacable es la inclusión de elementos de señalización e iluminación con accionamiento eléctrico, todo un refinamiento en ese momento.
Es curioso señalar que a pesar del amplio catálogo, Electrotren sólo proporcionaba las vías cuando se compraba un maletín con el tren completo. La razón de que lo hiciera así es que las vías eran el único elemento que no fabricaba propiamente Electrotren en su taller de Cornellà. Las vías en realidad las fabricaba un artesano, el Sr. Pons, cuya producción evidentemente era muy limitada.
El traslado a Madrid
Durante esos primeros momentos Electrotren recibió un decisivo apoyo financiero por parte del que era el director de los talleres de RENFE de San Andrés (hoy Sant Andreu de Palomar, barrio de Barcelona), el Sr. Riera. Se trataba de un gran coleccionista que continuó en el accionariado de Electrotren hasta los años 60.
Pero la fuerte inversión que tuvo que realizar González en matrices y maquinaria, así como el auge de la escala H0 en detrimento de la escala 0, hacen que González contraiga numerosas deudas.
Probablemente debido a esas deudas contraídas, González decide que lo mejor es cambiar de aires. Así, en 1954 carga un camión con los materiales básicos, y traslada su producción a Madrid, donde empezará una nueva etapa en la producción de Electrotren.
Bibliografia:
- Llauners de Gràcia. Revista d’etnologia de Catalunya. Jordi Mayoral. 2007/02/06.
- EL ANCORA DE ORO. Trens elèctrics i joguines. Caputxes 4 (1896-1929) i Gran Via 642. (1929-1969)
- Railwaymania Magazine: “Historias de Modelismo”.
- Autor: Enrique Jansá Burgos. Publicación: Gerard Llort Casanova